ríe en la noche, y achina los ojos morochos más lindos que vi
y que ya no veo
la noche sigue aquí
aplacando este sol
que no siento
desde que no te acaricio las manos
que el calor
debe ser algo parecido a tus manos
a tus manos.
despedacito de río, ¿hasta dónde bajarás?